martes, junio 07, 2005

Mutilación genital femenina

Les recomiendo un libro muy fuerte y extraordinario sobre este tema: "En posesión del secreto de la alegría" de Alice Walker, la misma autora de "El color púrpura".

Me sucedió una especie de revelación de los cuerpos, respecto a este tema cuando estuve en París. No sé muy cómo pero "me di cuenta" que las mujeres negras que veía caminando en esa ciudad, había al menos dos formas, con sus variantes, que tenían de caminar. Una era común y corriente, moviendo sus caderas, con un aire podríamos llamar libre, pero estaban las otras que apenas podían dar el paso, o bien el paso era corto.
Presté atención y no tenía que ver con la edad, y presté más atención y no eran pocos los casos. Y de golpe, recordé la novela de Walker y en cierto comentario que hace sobre los efectos de la mutilación.
Y me di cuenta, dolorosamente, que esas mujeres que caminaban lentamente lo hacían con dolor y con una marca terrible en sus cuerpos.

Pego a continuación una noticia aparecida en CIMAC.


*Campaña contra mutilación genital femenina en Gran Bretaña
--Dos millones de niñas, en riesgo cada año: ONU
--Se practica en 28 países africanos


Por Juliet Rix
Londres, 7 Jun (CIMAC).- La mutilación genital femenina no es nada nuevo en Gran Bretaña pero, ahora, un esfuerzo conjunto entre la policía y grupos comunitarios apunta a poner fin al procedimiento.

La semana pasada se estrenó en Gran Bretaña una nueva película del cineasta africano Ousmane Sembene, Moolaade, que pone de manifiesto una práctica que según las Naciones Unidas sigue amenazando a dos millones de chicas cada año.

Moolaade trata sobre una mujer en un pueblo africano que se opone a la "purificación" ritual, o mutilación genital femenina, la extracción de todo el clítoris, o parte. El procedimiento se sigue practicando en 28 países africanos y casi universalmente en regiones del norte de Africa.

Sin embargo, ya no es una cuestión que tiene que ver exclusivamente con el territorio africano. Es un problema real y muy actual en Gran Bretaña, cada vez más reconocido por la policía y el Ministerio de Salud británico, informó el periódico The Guardian.

Miles de mujeres por año se presentan ante profesionales médicos en Gran Bretaña con problemas que resultan de la mutilación genital. Existen 12 clínicas que se especializan en mutilación genital femenina en todo el país que dependen del Ministerio de Salud y se llevan a cabo cientos de operaciones para revertir la forma más extrema, en la que a las chicas se las cose casi por completo.

La división de protección infantil de la policía metropolitana de Londres llegó a involucrarse en la cuestión y lanzó una campaña de prevención destinada a que la gente tome conciencia de la ley y se genere un debate dentro de las comunidades involucradas.

Una disposición legal el año pasado no sólo decretó ilegal practicar mutilación femenina en Gran Bretaña sino también llevar a una chica al extranjero para someterla al ritual. En Gran Bretaña, el procedimiento normalmente se le practica a chicas entre siete y nueve años.
(...)
El problema al que se enfrentan es que se trata de un delito por amor. "Los padres creen que sus hijas no tendrán vida sin él. La mayoría de la gente realmente no quiere hacerlo
y, si les damos las herramientas, dejarán de practicarlo".
(...)
"La ley y la participación de la policía son realmente muy útiles", dice Said Ahmad, director de Somali Human Hope, un grupo que ayudó a organizar el evento de Brixton. Envía un mensaje claro y ofrece una excusa necesaria. Le da a los padres herramientas para plantarse frente a la presión a veces extrema de la generación mayor, dice, especialmente cuando regresan de visita a Africa: "Ahora pueden decir: 'No puedo hacerlo, porque, si lo hago, no puedo regresar a Gran Bretaña'".
(...)
Se calcula que hay alrededor de 100 mil mujeres en Gran Bretaña y unas 20 mil chicas "en riesgo" de mutilación genital.

"Mucha gente ni siquiera está dispuesta a considerar oponerse a una tradición tan fuerte", dice una trabajadora de la comunidad somalí, "y todavía sigue creyendo que se los exige su religión".

Después de haber sufrido el procedimiento en carne propia, esta mujer se sorprendió cuando llegó a Gran Bretaña y descubrió que había muchas chicas musulmanas que
ni siquiera habían oído hablar del ritual.

La mutilación genital femenina no es practicada por la mayoría de los musulmanes, pero adquirió una dimensión religiosa por parte de quienes la practican. Los líderes islámicos no son unánimes al respecto.

Obviamente no es, como algunos suponen, "más limpio". Todo lo contrario: puede causar serios problemas de salud tanto en el momento del procedimiento -que muchas veces se practica con instrumentos tradicionales y con poca o ninguna anestesia- como a lo largo de la vida.

A las chicas les puede costar orinar, las menstruaciones pueden ser extremadamente dolorosas, puede producirse un dolor pélvico o abdominal inexplicable, además de infecciones crónicas. También existen costos psicológicos y sociales, que casi nunca se mencionan.

Todo tipo de historias se cuentan en diferentes partes de Africa para que las mujeres acepten la mutilación femenina. Además de las historias religiosas, hay un cuento nigeriano de que el clítoris seguirá creciendo "hasta adquirir el tamaño de la trompa de un elefante" y, en partes del oeste de Africa, a las chicas se les dice que si un bebé toca el clítoris durante el parto morirá.
(...)

05/GM

No hay comentarios.: